El licenciamiento de institutos como escuelas de educación superior tecnológica ayudará a dinamizar la oferta educativa local y a cerrar la brecha laboral de personal técnico en el Perú. Entidades como Toulouse Lautrec e ISIL esperan incrementar el volumen de estudiantes y profesionalizar carreras vinculadas a administración, marketing, negocios, diseño y comunicaciones.
Las nuevas escuelas podrán otorgar el grado de bachiller a egresados de carreras de cuatro años (200 créditos) y deberán incorporar la innovación e investigación en su plan de estudios. Toulouse Lautrec fue el primero en obtener dicha licencia, su oferta educativa atenderá a sectores productivos que aún miran hacia el extranjero para contratar trabajadores. Otros cinco —ISIL, Idat, Zegel Ipae, Pontificia de Ayacucho y Khipu de Cusco— también tendrían la licencia al cierre del año.
Los institutos apuntan a acelerar su crecimiento. Toulouse Lautrec proyecta triplicar hacia el 2025 el número de sus alumnos matriculados, el cual ascendería de 7,000 hasta los 20,000. En tanto, ISIL espera que la demanda de alumnos crezca 30% al 2020; apunta a tener doce carreras licenciadas en los próximos dos años, siendo las primeras administración y dirección de negocios, comunicación estratégica, y marketing e innovación. “Son carreras que han sido diseñadas y seleccionadas pensando justamente en que despiertan un interés mayoritario de los alumnos y en que tienen el espectro de empleabilidad mayor”, señala José Miguel Marchena, gerente de innovación y desarrollo de ISIL. Por su parte, Zegel Ipae apunta al licenciamiento de administración de negocios, y el próximo año licenciará todas sus carreras.
El Ministerio de Educación (Minedu) espera reducir la percepción de los institutos como un servicio educativo inferior al universitario. La inclusión del ‘tecnólogo’ —término aún inusual en Perú— permitirá a los institutos ofrecer una educación escalonada entre el bachiller técnico (carrera de tres años) y el profesional tecnológico (carrera de cuatro años, egresado de escuela). “Estos tecnólogos tienen estas equivalencias universitarias que les va a permitir transitar hacia los niveles de mayor nivel educativo, como posgrado y maestrías”, comenta Rommy Urbano, directora de Gestión de Educación Superior Tecnológica del Minedu.
Innovación e investigación
La incorporación de la innovación e investigación en las escuelas haría que sus egresados —la futura fuerza laboral— cumpla con las exigencias del mercado. “Vamos a trabajar la línea de investigación aplicada a través de nuestra incubadora de negocios, que es Zegel Lab, donde tomamos problemas empresariales y presentamos soluciones. Nuestros estudiantes van a poder desarrollar negocio que resuelvan esa problemática”, señala Matías Escabini, vicerrector académico de Zegel Ipae e Idat. Por su parte, Toulouse Lautrec ha implementado los FabLab, que son espacios donde sus alumnos disponen de herramientas tecnológicas para crear proyectos de acuerdo a sus propias metodologías.
El licenciamiento también crearía una oportunidad para competir con la contratación de personal extranjero. “En muchos lugares del país están trayendo a técnicos calificados de otros lugares porque nosotros no los tenemos. Hay un mercado para jóvenes que deben salir de la educación superior tecnológica que no lo estamos atendiendo“, señala Luis Lescano, gerente de la Asociación de Institutos Superiores Tecnológicos y Escuelas Superiores del Perú (Asiste Perú) y presidente del Instituto Peruano de Derecho Educativo.
Con una oferta vinculada a satisfacer la demanda productiva, las carreras con más proyección se inclinan hacia la minería, banca y construcción, coinciden las fuentes consultadas. Puestos como jefe de agencia en un banco o como supervisor de maquinaria pesada serían ocupados por los nuevos bachilleres de escuelas. Las empresas también piden especializaciones más específicas. “Hay competencias nuevas que se están requiriendo y que no se están cubriendo con profesionales que están egresando de carreras más convencionales“, piensa José Miguel Marchena, de ISIL.
Así, las nuevas escuelas podrían terminar con el paradigma de la educación superior en el Perú, “donde da la impresión de que el camino ineludible para el éxito es pasar por alguna universidad”, señala Marchena.
Fuente: Semana Económic